Ornella Baschiera: La Arquitecta que está revolucionando las redes sociales

Se recibió en la Universidad de La Plata hace cuatro años. Decidió venir a Pringles, hoy orienta, aconseja, asesora, hace proyectos con o sin seguimiento, de acuerdo a lo que desee el cliente, principalmente por las redes sociales.

Dicen que la arquitectura es una manifestación, quizá la más tangible, de imaginar mundos que no existen.

Los emprendedores encuentran en las redes sociales una plataforma para dar a conocer sus productos o servicios, concretar ventas, para trascender el número limitado de seguidores entre amigos y conocidos, y lograr un impacto significativo en estos espacios

Así lo vive Ornella Baschiera, un apellido conocido en el mundo de la construcción en nuestra ciudad, y heredado por la joven, que hizo sus estudios el Colegio Sagrado Corazón, y siguió la carrera de Arquitectura en La Plata, donde trabajó un tiempo y decidió regresar a su lugar de origen: Coronel Pringles, contando con el apoyo de su padre Eduardo Baschiera.

Con su manera espontánea, simpática y risueña, se prestó a la entrevista realizada ayer por El Orden.

-¿Cómo fueron los primeros tiempos cuando decidiste estudiar Arquitecta?

-Cuando terminé la secundaria, mi amado padre ya me había preparado todo para que estudie en Bahía Blanca, pero como la carrera que quería no se brindaba en esa ciudad, me fui a La Plata y me recibí luego de cinco años de estudios.

No podía conseguir nada de trabajo, porque es un campo minado de gente recibida y si no tenés contacto, no conseguís casi nada.

Me puse a buscar en Capital Federal y encontré mi primer trabajo, donde se hacía Diseño Interior, como muebles a medida, sillones, Estuve un tiempo, y un día me entero por un contacto, que una constructora estaba buscando una arquitecta.

Mando un mail me entrevistan al otro día, y era para supervisar la ejecución de la remodelación de 50 estaciones de trenes de la línea General Roca, para la colocación de los molinetes de la tarjeta SUBE. Tenía que coordinar a un montón de gente para la ejecución de la obra.

Si bien aprendí un montón, pero era algo que no tenía nada ver con lo mío, si bien adquirís experiencia y pagas como dicen el derecho de piso. Al mismo tiempo arranqué con otra carrera, que es Higiene y Seguridad, para la construcción.

-¿Y cuándo decidiste cambiar el rumbo?

- Un día estaba con mi novio, que es publicista, en Constitución, nos miramos, y dijimos: ¿qué estamos haciendo acá? Y decidimos, que nos volvíamos a Pringles. Lo hicimos, claro…. pero a empezar de cero.

-¿Seguramente con el apoyo de tu padre Eduardo?

-Sí, es una enciclopedia abierta de la construcción por lo que toda mi vida estuve rodeada de construcción. Soy la única de los Baschiera, que se fue más lejos que Bahía Blanca,

Pensé, si no aprovecho el conocimiento de mi papá, que es mi gran maestro, si no vuelvo a Pringles, voy a estar siempre en cero,

ANTES 

DESPUES 

-¿No titubeaste en ningún momento por la decisión?

-Sí, un poco. Con pánico, nos vinimos con mi novio, él es de Coronel Suárez, para ver qué pasaba.

El primer mes, pinté todos los muebles de casa, las paredes, y mi papá estaba ya medio renegado con la construcción, estaba en otras cosas, y volvió a meterse de nuevo en la profesión, para enseñarme todo el mundo de la obra, que en la universidad no te brinda..

-¿Y cómo fueron los primeros trabajos?

- Papá, me enseñaba hacer proyectos chicos, hasta que un día el que era mi jefe en Buenos Aires en la empresa de los trenes, me llama, y me dice que su padre tenía en Coronel Suárez, la misma empresa, y me ofreció que me acercara hasta el lugar. Buscaba hacer proyectos para casas. Acepté, y quedamos que iba a trabajaba en Suarez, los días lunes y martes, donde estoy desde hace cuatro años, y jueves y viernes en Pringles.

-¿De a poco ibas logrando tu sueño?

- De a poquito se fue dando. Mi papá me conseguía algunos trabajos en casas de conocidos, y así de a poco, lo que empezó con cuatro proyectos chicos, se fueron sumando y gracias a Dios y a la Virgen, al esfuerzo y a mi maestro, mi papi, ahora algunas cosas la realizo con papá, otras sola, Actualmente me encuentro con que no tengo tiempo y tengo que acordar con la gente ‘para el otro mes’.( lo expresó con risa).

¿Cuándo surgió la idea de hacerte conocer a través de las redes sociales?

-Al principio cuando no tenía tanto trabajo, pensaba qué hacer para conseguir más, me metí en las redes sociales, y a través de mi cuenta en Instagram   y así empecé a vender mi trabajo, como por ejemplo, cómo quedaba un baño, una cocina o un dormitorio, con el Antes y Después, hoy es una locura.. Cuando vieron como había quedado una cocina, con los pisos, la pintura y los artefactos que me regalaron empresas que se sumaron, fue impresionante la reacción. Es decir, yo sorteaba un proyecto auspiciado por un montón de empresas, y resultó impresionante.

-¿Te sentís feliz hoy en Pringles?

-Estoy feliz, nunca me imaginé que tan rápido se iba a dar todo, en tan solo cuatro años.

ANTES 

DESPUES 

Para mí fue un flash, poder hacer lo que quería y esa confianza que ganás. Estoy feliz de poder trabajar, tenés acá a tu familia, a tus amigos y a tu trabajo, todo junto.

Ahora nos mudamos definitivamente con mi novio, que es publicista, en Pringles.

Un ejemplo más del ímpetu que ponen los jóvenes, que no se amedrentan con las dificultades, salen en su busca, de su sueño, de un futuro mejor, y de a poco lo van logrando.

Ornella es el mejor ejemplo, con tesón, con esfuerzo, con ganas y sobre todo con la alegría que la caracteriza, lo está logrando, principalmente con el apoyo de su padre Eduardo, de su familia, de sus amigos.

La gente que se quiere contactar, lo puede hacer a través de Instagram. De manera directa. Ornella orienta, aconseja, asesora, hace el proyecto con o sin seguimiento, de acuerdo a lo que desee el cliente y de acuerdo a los trabajos y proyectos presentados, son de una belleza increíble. Van con la decisión casi tomada en función de lo que vieron en la web o las redes.