Tristeza por el fallecimiento de Carlos Alberto Yurrita

Hablar de Carlos Alberto Yurrita, es hablar de la Dinastía Yurrita: José María, José Eugenio, Alfonso, Felisa, y Carlos Alberto , Ya no viven, pero todos ellos han dejado desde el año 1917 hasta la actualidad, su obra, como testimonio de una época que tuvo a Pringles, al país y al mundo como escenario.

En su paso por este mundo, Carlos Alberto, al igual que sus Mayores, con esa humildad que los caracterizaba como todo creador auténtico, no alcanzaba a darse cuenta que con sus retratos, dibujos, maquetas, estaban registrando también en imágenes, nuestra historia.

Lo extraordinario, es que todos se destacaron admirablemente como pintores, aunque ninguno de ellos se dedicara a la pintura en forma profesional, sino a modo de entretenimiento, aunque ninguna de ellos concurriera a escuela alguna de bellas artes. Es que la habilidad de la creación artística se recibe como una aptitud natural del ser, más que como una incorporación académica.

Todo ese bagaje de obras, quedaron en manos de sus descendientes, entre ellos Carlos Alberto Yurrita, quien a través de los años, fue mostrando todo ese acervo cultural en distintas exposiciones realizadas en la ciudad.
Una hermosa colección, de dibujos, pintura y maquetas, como el Palacio Municipal realizado hace algunos años, con una perfección increíble, al igual que el Templo Parroquial,

Figuras como Dr. Carlos Dominiconi, Aldo Pirola, Antonio Carri, Carlos Subijana, Fermín Carletti, Vicente Troilo, César Aire entre otros personajes, locales y nacionales, más integran la lista de pringlenses retratados por los Yurrita a lo largo de los años quienes han marcando una tradición en el dibujo y la caricatura en Coronel Pringles con diferentes estilos, tanto por la época como por los distintos dibujantes, formando una colección probablemente única en el país con tantas generaciones destinadas a una misma de actividad.
Lamentablemente, en la mañana de ayer, nos llegó la noticia de su deceso, acaecido a los 72 años de edad,

Y queremos recordarlo, de la misma que él recordó a los suyos, a esa Dinastía Yurrita, con tanto amor y respeto por lo que le legaron.
En una nota realizada por El Orden años atrás y así se expresaba Carlos Alberto desde su casa, lugar donde concentraba sus obras personales y de su familia:
"Estoy restaurando un barco en este momento que era en el que vino mi bisabuelo del país de los vascos, entonces mi abuelo le tomó la foto y lo hizo en madera y data de más de 100 años que con el paso lógico del tiempo se fue deteriorando".

También, mencionó "Tengo la maqueta de la iglesia que está terminada, restaurada y en base a eso se hizo la iglesia actual con las naves laterales. La hizo mi tío".

Sobre sus dibujos expresó: "Tengo una técnica propia en tinta china con plumín que le llamó mucho la atención a un dibujante muy famoso que vino a Pringles, Meijide, de la revista Humor. Me dijo que era lo que yo usaba, que técnica y no lo podía creer porque anduvo por varios lugares del mundo y no la vio nunca".
Otra de sus monumentales obras es la Torre Eiffel, que le llevó mucho tiempo terminarla"

Además, nos habló de un sueño personal: ""Mi sueño, es tener el Museo Yurrita, porque hay mucho material, tengo casi 500 caricaturas en colores, personajes de la historia y de Pringles. Mi bisabuelo pintaba, mis abuelos y seis hermanos de él todos dibujantes, había paisajistas, caricaturistas, retratistas, sin estudio y autodidactas….", y con el correr de los años ese sueño felizmente se cumplió en parte.

Ayer, su vida se apagó, pero queda un valioso testimonio de su paso en nuestra ciudad, como artista y como bancario, siendo el Banco Nación, donde pasó sus años jóvenes hasta su jubilación. Formó su hogar con Elsa, del que nacieron María Cecilia y Martín; sus nietos Francisco, Juan Ignacio, Santino y Augusto.

Así lo despedimos, con todos sus amores y afectos, por haber sido integrante de esa hermosa Dinastía Yurrita.
Sus restos fueron inhumados ayer a las 16 horas, en la necrópolis local.

Hacemos llegar a su esposa, hijos y demás familiares, nuestras más sentidas expresiones de pesar por la pérdida sufrida., Elevamos una oración por su eterno descanso y que Dios lo tenga en su Santa Gloria.