"Aprendí, y nunca había pensado largarme solo"

La fábrica de pastas "Los amigos", de la mano de Marcelo "Bebé" Migüel, ya está en funcionamiento en la Sala Municipal de Alimentos.

 El pringlense, que tiempo atrás vendiera ropa, empezó hace algunos años como delivery en un restaurante, y dio sus primeros pasos en la fabricación de pastas, trabajo que realiza hoy en forma particular.

 "Aprendí y nunca pensé en largarme solo, siempre me gustaba vender ropa, viajar. Después de la pandemia hice delivery para Bruno Ugarte, hasta que un día me dijo si quería aprender a usar las máquinas. Renegaba un poquito, no sabía, pero finalmente aprendí todas las cosas de cocina y estuve 4 años" cuenta, a La Voz del Orden.

"Bebé" se anotó en la Sala de Elaboración de Alimentos, y a los 15 días lo llamaron para que empiece a trabajar.

 "No tenía plata para comprar las cosas, fui a ver a unos amigos (Gaston y Franco) que me fiaron la materia prima, otro amigo me dio la harina y así fui haciendo. A Bruno le dije que amasaba para él y para él emprendimiento, ya no había mucho trabajo para dos en el local, entonces le dije: en algún momento me voy a ir. Y me dijo: métele con lo tuyo".

 Empezó haciendo 30 docenas de sorrentinos, y por las dudas algunos canelones de verdura, que en cuestión de minutos volaron. Sus especialidades son los ñoquis, tallarines, sorrentinos, y canelones.

 "Hago sorrentinos de jamón y queso, canelones de verdura, de carne, ñoquis blancos, después voy a hacer rojos y verdes, de remolacha y espinacas. Al que le vendo, le pregunto qué tal, a la mayoría les gustó. Soy muy exigente y me gusta saber si los estoy haciendo bien y gustan" expresó.

 Al "Bebé" lo pueden encontrar en la Sala de Elaboración de Alimentos por la tarde, entre las 13 y 18 horas, pueden hacer el pedido vía WhatsApp al número 2922-450006, o comunicarse en redes sociales con Pastas "los amigos".

"ME VEO EN ALGUNOS AÑOS CON MI PROPIO LOCAL"

 "Siempre laburé, hoy estaba cortando pasto" cuenta emocionado, contento por este presente.

 "También hago mandados, recetas para los abuelos, más la dirección del fútbol femenino. Y mi familia me acompaña en todo".

 Cuando termina de elaborar, él mismo hace los repartos en una bicicleta prestada, porque se le rompió la moto y su bici. Y no cobra ni un peso extra.

 "Me pude comprar la primera bolsa de harina, mis primeros 25 kilos, así que re bien, muy contento. Me veo en algunos años con mi propio local, a eso apunto" cerró.

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ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN