¿Por qué estamos como estamos?

Y no hablemos nivel país, hablemos nivel Pringles. Los casos de violencia se están extendiendo de manera peligrosa y se extiende porque no hay un límite que lo impida.

La semana pasada, murió un vecino por la golpiza recibida en ocasión de robo; el fin de semana, una joven fue agredida violentamente en su trabajo, por no permitirle ingresar a su agresor, sin pagar; y hay muchos más casos de violencia de género que no se conocen;   y los robos- con vandalismo incluido- que habla del estado del estado mental de los victimarios y de la gran indefensión de los ciudadanos.

Una pequeña encuesta realizada por EL ORDEN, entre vecinos de nuestra ciudad, sobre cuáles son los problemas que más les preocupa los pringlenses, reveló entre otros datos, lo siguiente: La Inseguridad, fue el tema que más  inquieta.

Luego aparecen la desocupación, la inflación, la corrupción, la pobreza y el narcotráfico. Así en ese orden. Consideran que estas dos últimas -pobreza y narcotráfico-  van de la mano

Lo más alarmante es que la mayoría no confía en la Justicia y aprueba la justicia por mano propia, ya que ve ausente al Estado.

Ahora bien… si la población no confía en la justicia y la mayoría apruebe la justicia por mano propia, estamos frente a un gran problema, y que no es nuevo, sino todo lo contrario, lo venimos padeciendo desde hace décadas con consecuencias cada vez más preocupantes.

De la misma manera que desde hace décadas venimos padeciendo estos problemas, nos venimos repitiendo a nosotros mismos -y escuchando- dos frases lamentables, aunque en realidad es la misma con una pequeña modificación.

Algunos dicen: "El problema  son los políticos". Otros, en cambio, dicen: "El problema  es la justicia".

 Queremos creer que no es tal así. Tanto los políticos, como los jueces , son personas que nacieron en la Argentina, crecieron en Argentina, vivieron en Argentina, se educaron en Argentina, y lo más importante, mamaron y asimilaron la cultura e idiosincrasia argentina.

Ningún funcionario es puesto a dedo por un ente internacional ni al azar.  Es puesto por el mismo pueblo. Tanto los políticos, como los jueces, son fruto de nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestra idiosincrasia

Alguien dijo alguna vez que a cualquier político de cualquier país desarrollado le encantaría poder gobernar de la manera que lo hacen los políticos de los países tercermundistas,  como el nuestro, pero no lo pueden hacer por una sencilla razón… el pueblo no se lo permitiría, en absoluto.

En cualquier país medianamente normal, cuando un funcionario sea de la jerarquía que fuere  es  sospechado de corrupción o de no estar capacitado para cumplir con las funciones para las que fue designado, inmediatamente se aparta o es apartado, cosa que en nuestro país ocurre en rarísimas ocasiones, o casi nunca. A excepción del ladrón de gallinas, aquí nadie va preso.

 Solo existe una respuesta, y es demasiado obvia.  Estamos como estamos porque somos como somos.

Decir que el problema de la Argentina son nuestros políticos y/o nuestros jueces es algo demasiado simplista, y cómodo, (hasta que llegue un tsunami y nos haga desaparecer).

Decía Julio Cortázar: “Es muy importante comprender quién pone en práctica  la violencia: si son los que provocan la miseria o los que luchan contra ella”.

El problema de la Argentina somos los 40 millones de argentinos, algo tan simple como eso. ¿Es necesario agregar algo más de por qué estamos como estamos? ¿Será porque somos como somos?.