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a crisis venezolana, contada por una intercambista

"La luz me la quitan 12 horas por día y el agua la podes usar media hora"

13/09/2019
"La luz me la quitan 12 horas por día y el agua la podes usar media hora"

Dificultades para conseguir los alimentos o artículos de higiene básicos, servicio de agua disponible sólo media hora por día, o filas kilométricas para poder cargar combustible, algunos de los aspectos de la crisis venezolana contados por la intercambista rotaria Sofía Arenas.

 

En el programa que conduce Ricardo Giacone junto a Matías Montenegro en FM Ciudad Pringles, se emitió ayer una rica entrevista a Sofía Arenas, la intercambista rotaria venezolana que está haciendo actividades en nuestra ciudad.

Sofía es oriunda de Maracaibo, una ciudad grande comparada con Pringles, y es parte del Intercambio Internacional de Rotary. Ella contó con claridad cómo es la situación en Venezuela ante esta crisis.

"Venezuela está pasando por una crisis bastante fuerte, pero pese a esas circunstancias las familias se encuentran muy unidas" mencionó.

La crisis ha llevado a muchas personas a irse del país a mejorar su vida, pero muchos prefieren quedarse, y tratar de salir adelante.

Sofía Arenas, estudiante de intercambio que comenzará pronto el quinto año, relató las vivencias en su país.

 

 

"Asisto a una escuela privada. En el caso de los colegios públicos hay profesores que no quieren ejercer porque no les alcanza el sueldo, y hay otros que tratan de hacer la mayor cantidad de horas posibles (les pagan por hora) y enseñan materias en las cuales no son especializados. Pero se acepta que lo hagan porque de alguna manera los alumnos tienen que aprender" señaló.

La intercambista contó que filas kilométricas de vehículos se forman para poder abastecerse de gasolina (combustible).
"Son kilométricas las filas, a veces pasan días enteros para poder echar gasolina. Venezuela tiene mala relación con Estados Unidos, y afectó mucho que ese país aportaba el producto necesario para convertir el petróleo en gasolina. Entonces la gasolina es escasa, muchos transportes públicos dejaron de trabajar y la asistencia a los colegios por este tema no es tan exigente. Es una ciudad con distancias largas, no es que todo te queda la vuelta de la esquina como acá que es más pequeño".

Sofía es de clase media baja, sus padres son profesionales pero no ejercen la profesión, y todas las familias, ricos o pobres, viven la misma situación: falta de agua, de energía eléctrica, el no poder realizar comunicaciones, y falta de dinero, ya que lo que ganan muchas veces no alcanza para comprar lo necesario.

"Vivo en un departamento, pero me afectan las mismas cosas que a todos. La luz me la quitan 12 horas por día y el agua la ponen de 7 de la mañana a 7:30. Media hora en todo el día. Tampoco tengo cable (TV) ni internet desde hace 2 años" dijo Sofía.

"Las comunicaciones son muy difíciles, comunicarte con una persona de tu misma ciudad es complicadísimo. Las líneas se caen y no puedes pasar los mensajes ni llamar a nadie". Respecto a los celulares, indicó que los datos móviles son carísimos y no duran nada.
"No te puedes comunicar con personas que tal vez están a la vuelta de la esquina, porque se caen las comunicaciones y las redes sociales también. En las noticias de televisión no dan lo que está pasando realmente en el país, la única manera de enterarse de lo que está pasando afuera es a través de las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter), pero se caen. Y a veces también se restringe la información y no puedes ver ciertas noticias".

La venezolana cuenta que su país se ha deteriorado a medida que pasa el tiempo, generándose escasez de los alimentos básicos y el aprovechamiento de personas que ofician de revendedores.
"Hay muchos que compran los alimentos y medicinas básicas, las compran a un precio estipulado por el gobierno y las revenden en los kioscos. Hay personas en las grandes cadenas de supermercados que les avisan que va a llegar un producto, ellos van y lo compran primero que nadie y lo revenden" lamentó.

Por ello, por temor a que muchos de los productos desaparezcan, no estén disponibles o aumenten considerablemente su valor, es que todos los venezolanos realizan una tarea de "acopio", van comprando en cantidades cuando pueden y guardan la mercadería.

"Muchas veces se come lo que hay en la nevera (heladera). La gente está paranoica (en general) y si ve un producto en la góndola compra tres o cuatro, por miedo a que éste se vaya a agotar y no lo pueda conseguir, o que mas adelante esté más caro. Todo el país está igual, se hace eso con todos los productos básicos, necesarios".

 

 

Sofía y su familia hacen eso justamente, ir comprando y guardando alimentos o elementos de higiene. Sus padres son profesionales, Licenciados en Administración, peor actualmente no ejercen su profesión y se dedican a trabajos bien diferentes: su padre es carpintero, y su madre, chef.

"Mi mamá asesora a los restaurantes para aperturas, y ahorita va a ser gerente de un restaurante que está próximo a abrir. Mi papá es carpintero, realiza todo lo necesario para amoblar el interior de una casa".
"Mis papás trabajan exageradamente mucho" agregó, "Mi papá de 7 días a la semana 5 está fuera porque no trabaja fuera del estado, y mi mamá trabaja de 6 de la mañana a 9 de la noche todos los días, hasta los sábados. Si bien no sufrimos de necesidades extremas, tenemos las mismas necesidades que el resto con el tema del agua, luz, entre otras cosas".

Otra dificultad para los venezolanos es hacer compras. El dinero que obtienen por el trabajo es en bolívares, sin embargo a la hora de comprar deben pagar en dólares americanos (hoy, 1 dólar equivale a 21.000 bolívares).

"Ahorita hay un tema increíble, porque no hay efectivo, no hay bolívares y no te aceptan los billetes menores de 50. La conversión bolívar a dólar cambia todos los días y para comprar ropa o en el supermercado te cobran en dólares. El que trabaja gana en bolívares, pero sin embargo te cobran en dólares, y la diferencia es muy grande" señaló.

Para las compras, y al no disponer de efectivo, la mayoría de los venezolanos pagan mediante tarjeta de crédito, o transferencia.

En cuanto a la emigración de la gente de su país, aseguró que las personas que se van "no lo hacen porque quieren, sino porque se ven en la obligación de hacerlo. Unos porque quieren un mejor futuro y otros porque están pasando una necesidad en Venezuela".
"Pero sé que esas personas, van a volver si Venezuela da un indicio de cambio. Venezuela está formada por gigantes, muy grandes en todos los sentidos, muy fuertes, y me gusta creer que las personas que se van tienen esa esperanza de volver".

Reconoció que muchas personas se arrepintieron en su momento de haber votado a Chávez, y que con Maduro está pasando lo mismo.
"Hoy Venezuela no está en dictadura, sino en democracia. Pero si vamos a la práctica, personalmente creo que estamos como si fuera una dictadura".

Por último, contó su experiencia de intercambio en nuestra ciudad, con gente que se ha mostrado muy interesada por su historia y que vive muy diferente a lo que a ella le toca vivir día a día en su Venezuela natal.

"Me hacen muchísimas preguntas todos los días. Una cosa es vivirlo y otra ponerlo en palabras, es impresionante porque te das cuenta de tu situación personal. Me sorprende la disposición de los compañeros que tengo aquí, de aprender y escucharme".

"Pringles es muy preciosa en todos los sentidos" continuó, "aquí hay otra realidad diferente a la mía, y me permite salir de esa burbuja. Este intercambio me ha brindado saber de otra parte del mundo, no sólo yo estoy aprendiendo cosas nuevas sino que genera un impacto también en los demás. Me enriquece y se hace ver o escuchar cómo es mi situación y la de todos los venezolanos" explicó.
"El intercambio de experiencias hace que crezca como persona, pero también les hace ver a ellos (los compañeros en Pringles) que hay que valorar lo que parece tan cotidiano, tan normal, y que para mí y para muchos venezolanos no lo es. Se empiezan a valorar y ver las cosas desde un punto diferente".
Para cerrar, dijo que está "muy orgullosa de representar a Venezuela" y que "Venezuela va a salir adelante y se va a poder reconstruir".
ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN

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