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El pringlense que, junto a su perro, custodió las bases en la Guerra de Malvinas

24/01/2020
El pringlense que, junto a su perro, custodió las bases en la Guerra de Malvinas

Raúl Irigoyen y su perro de guerra asignado, Volf, defendieron con honor las bases militares argentinas durante la Guerra de Malvinas. "Nos bombardeaban desde buques y aviones" señaló. Aquí un resumen de su historia  

 

 

Dependiente del Batallón de Vigilancia y Seguridad de la Armada Argentina, se encuentra la Agrupación Perros de Guerra, la cual en sus inicios utilizaba la raza ovejero alemán como medio de vigilancia y seguridad para la Base Naval Puerto Belgrano.

Durante la defensa de Puerto Argentino en la Guerra de Malvinas, el Comando de Infantería de Marina decidió el envío de una sección de esos perros de guerra con sus guías, con el fin de impedir infiltraciones de comandos británicos en el dispositivo defensivo argentino.

Entre esos guías estaba el pringlense Raúl Irigoyen, por aquel entonces dragoneante, quien había sido destinado al batallón de seguridad de la Policía Militar, perteneciente a la Infantería de Marina.

Los perros de guerra, los mejores, fueron seleccionados para ser trasladados a Malvinas. Sin embargo, a los guías se les dio la oportunidad de negarse a ir, quienes querían viajar a la guerra se anotaban como voluntarios, y Raúl fue uno de los 18 que viajaron, y defendieron las bases militares nacionales.

"Cuando nos incorporan el destino, a mí me toca en la compañía de sección perros de guerra. Ahí te designan un perro, y momentáneamente tuve a Auca, una perra ya vieja, para luego designarme a Volf, el perro con el que viajé a Malvinas" cuenta Raúl. (La foto de Raúl junto a Volf, se encuentra en el libro sobre Malvinas, "Alerta Roja").

Cada perro estaba entrenado, con trabajos y preparación distintas en simulacros de combate o asaltos. De allí pasarían a situaciones reales de defensa.

"Los perros en general custodian, Volf era uno de ellos, con el instinto del olfato y detección de ciertos movimientos. Era bueno, dócil, pero muy malo al momento del ataque. Recuerdo que en los entrenamientos le tirábamos un muñeco colgado de un cordel de 60 metros, le dábamos ordenes e iba y lo atacaba siempre a la yugular".

 

 

Para la Guerra de Malvinas, designaron 18 perros para custodiar las bases argentinas por temor a infiltraciones de los marines o buzos tácticos, y para alejar también a los kelpers (isleños) de lugares peligrosos.
"En la última reunión con el equipaje listo, se nos explico la situación. Cambiaba todo, lo que se hacía con armas de juguete y balas de fogueo ahora iba en serio. Salimos de Punta Alta el 8 de abril a la madrugada y llegamos el 11 de abril, para Pascuas" rememora el pringlense.

El viaje a las Islas Malvinas fue bastante duro, el mar estuvo muy difícil en partes con olas de 10 metros que sacudían el barco. "No sabíamos si llegábamos a destino y si el barco aguantaba el cargamento".

Al día siguiente, Raúl junto a otros tres guías, salieron a custodiar una de las bases, al pie de los cerros. Allí había mucho armamento y pistas -precarias- con helicópteros.

Si bien no vivieron situaciones de ataques personales, era difícil reaccionar ante los bombardeos. Y en varias oportunidades pudieron perder la vida por errores que surgían debido a las malas condiciones climáticas y la tensión que se vivía en el lugar.

"Cuando cae la primera bomba, en mayo, habíamos vuelto para el lado del aeropuerto y estábamos a unos 5km de allí. Tiembla el piso, tiembla todo" recuerda. "Nos bombardeaban desde buques y aviones, no teníamos como defendernos. En una oportunidad estábamos custodiando una radio que comunicaba al continente, afortunadamente la artillería naval y los aviones tuvieron poca puntería para nuestra zona".

"Las noches eran muy oscuras, y el clima se presentaba con mucho viento, lo que dificultaba la comunicación con nuestros propios compañeros. Y ello nos podría haber costado caro.
Se utilizaba el santo y seña para ingresar a un lugar donde había soldado apostado. Pero recuerdo que en una ocasión el soldado no escuchaba, abrió fuego y casi nos matan. Situaciones de esas sufrimos varias pero más que nada se daban por las malas condiciones climáticas. Todos tuvimos miedo, pero en la cabeza tenes que saber que si retrocedes podes hacer matar a tus compañeros y a vos también".

Raúl Irigoyen cuenta que allá tenían casi las mismas informaciones que se recibían en el continente, "todo iba bien…pero en realidad no se sabía nada en concreto. No se podía confirmar tanta efectividad o bajas, y también era algo estratégico".

También les toco sufrir lo mismo que el resto de los soldados, "hubo momentos en que teníamos cuatro masitas para comer, le dabas dos al perro y dos comías vos. Se comía una sola vez al día y cuando se podía. Eran condiciones de guerra" relató.
En el momento de la rendición, los guías fueron los últimos en volver para traer los perros.
"Trajeron (al continente) a los heridos, luego al resto de los soldados y a nosotros.
A cuatro compañeros los designaron el 13 de junio a custodiar la ametralladora antiaérea, que fue el último trabajo que se hizo. Llegaron al pozo y empezaron a retroceder ante el avance de las tropas enemigas, y allí es donde se perdieron dos de los perros de guerra, Negro y Ñaro".
Cuenta la historia también que una perra Xuavia, estuvo cubriendo a un soldado herido, dándole calor. "Afortunadamente lo encontraron, la perra cumplió su tarea".

 

MALVINEROS PRINGLENSES, PROXIMA ACTIVIDAD

Raúl Irigoyen es integrante de Malvineros Pringlenses, y el 15 de febrero empezarán las reuniones para diagramar las actividades a desarrollar este año.
"Tenemos una serie de proyectos que queremos hacer en todo el año, principalmente en la educación, nos abocamos a colegios para ir sembrando lo de Malvinas".
"Con Lorena (González) trabajamos juntos hace 11 años y el año pasado me dijo que podíamos hacer el grupo de Malvineros. Estaba esperando que alguien me lo diga, para comenzar a hacer algo por Malvinas" finalizó.

 

AGRUPACION PERROS DE GUERRA (IM)
1.TFIM PAZ Miguel Alberto J. Agrupación
2.GUVE ROBLES Jorge Víctor J. Sección Cría y Veterinaria
3.SSIM FRANCO Ernesto Enc. Agrupación
4.CC62 ALTAMIRANO Raúl Alberto Ayte Veterinaria
5.CC62 BARRANOU Héctor Ayte Veterinaria
6.CC62 HERRERA Julio César (Dragoneante) Ayte Veterinaria

GUIA - PERRO - OBSERVACIONES
7. CC62 ALARCON José Ramón - NANDO
8. CC62 ALBARRACIN Ángel Rolando - RANQUEL
9. CC62 ANDICOECHEA Raúl - NEGRO - Desaparecido en acción
10. CC62 CACERES Ceferino - DUQUE
11. CC62 CRUZ José Rubén - VOGEL
12. CC62 DECIMA Silvano Pastor - ÑANCUL
13. CC62 DEL GRECO Carlos Alberto -ÑARO - Desaparecido en acción
14. CC62 GIULIANI Luis Alberto - WARNER
15. CC62 HERRERA Humberto - YOU
16. CC62 IRIGOYEN Raúl Francisco (Drag.) - VOLF
17. CC62 LOPEZ Ubaldo Darío - FRANKY
18. CC62 MEDINA Jorge Alberto - FALU
19. CC62 PEREZ Néstor Raúl - LONDON
20. CC62 PEREZ Oscar Rolando - KENI
21. CC62 PICON Martín Donato - ONIX
22. CC62 RINALDI Jorge - NICK
23. CC62 RIVADANEIRA Rubén Orlando - OLAF
24. CC62 SILVA Carlos Dante - XUAVIA - Servida en MLV

ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN

 

 

 

 

 

 

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