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NOS ESCRIBEN

Un problema que demanda una urgente solución

27/02/2020
Un problema que demanda una urgente solución

A nuestra mesa de trabajo nos llegó en la víspera, una nota, donde una madre con un hijo en edad escolar, que ingresa este año a primaria, a pocos días del inicio del ciclo lectivo 2020, se encontró ayer, con la novedad, que la  Escuela les había informado que tenían la matrícula completa y debían buscar otro establecimiento educativo, sin tener en cuenta que  fueron unos de los primeros en inscribirse en noviembre del año pasado en la citada escuela.

 

Lo siguiente, es lo que manifiesta Florencia Rostán: -Mamá, ¿ahora nos vamos a casa?
-No... vamos a otra escuela primero, a ver si te puedo anotar.
-¿Otra escuela?¿ Esta no? ¿Por qué?
-Porque acá no hay lugar.
Hoy sentí como madre lo que significa en la sociedad no tener lugar. Que tus hijos no tengan lugar. Hoy sentimos en primera persona y como familia lo que significa sobrar en el sistema, ser un excedente.

El lunes mi primer hijo, debería comenzar junto con las/los demás niños/as de su edad el trayecto de la escuela primaria.
Primer grado, ustedes entienden: mochila y delantal. Expectativas, alegría y también, cómo no, algo de miedo o de nostalgia. En noviembre nos acercamos a la escuela: -¿Cuándo abre la inscripción? Nos dijeron la fecha exacta.

El primer día nos acercamos. Llevamos papeles, libreta sanitaria completa y hasta nos fuimos a sacar esa mañana una foto carnet para tener el legajo completo. Nuestro hijo ya estaba inscripto en el primer grado de la escuela Primaria Nº 1, que queda a dos cuadras de nuestro hogar. Eso creímos cuando nos dijeron desde la escuela que ya habíamos terminado el trámite. No nos informaron nada más.

El 18 de febrero del 2020 nos llamaron por teléfono para que pudiéramos estar en la primera reunión informativa que se desarrollaría el día jueves 20 a las 15 hs.
En esa primera reunión nos enteramos que de los 90 lugares que la escuela tiene de cupo, se habían cubierto unos 120 más o menos. Nos dijeron que se había tramitado la 4ta sección del primer grado ya en noviembre y que esperábamos respuesta. La primera pregunta que surge es por qué no fuimos informados/as en aquel momento de esta situación.

Al día siguiente me acerqué junto con otra mamá a la oficina de la Sede de Inspección, a consultar por el estado del "trámite" (que implicaba ni más ni menos que la escolarización de nuestros niños) y a ofrecernos como padres para acompañar a la escuela en el pedido.
Nuestra consulta fue considerada nula por la persona que nos atendió, quien nos dijo que anotemos a nuestros/as hijos/as en otras escuelas.
Le explicamos que somos treinta y cinco (¡¡treinta y cinco!!) familias y que fuimos informados en esa semana de que la mayoría de las escuelas primarias ya tenían su matrícula casi completa. Nos dijo que busquemos otra escuela y punto.

La segunda pregunta que surge en esta instancia es: ¿Podemos o tenemos derecho los padres y madres a elegir la institución a la que queremos mandar a nuestros hijos? Evidentemente no.

El día 21 de febrero nos citaron a los padres de los excedentes (que son niños y niñas de 6 años) a otra reunión desde la escuela. Alguien insinúa que podemos optar por una opción privada. Me hierve la sangre y me vuelvo a preguntar ¿Tengo potestad de elegir la escuela a la que va a ir mi hijo? No quiero mencionar la libertad ideológica de nuestra familia, que ni siquiera es católica.

El grupo de padres/madres elevamos una carta a la señora inspectora del nivel primario para solicitar una reunión que se concretó hoy, 26 de febrero del 2020.
Hay que destacar que estamos a tres días hábiles de comenzar las clases.
La inspectora nos explicó que venía de otra reunión con la Sede de Inspección Distrital. Solo sacamos en claro que teníamos que anotar a nuestros/as hijos/as en otros lugares.

Cuando comencé a redactar este texto, estaba esperando ser atendida en la escuela Nº 40. Tanto a mí, como a otros/as papás/mamás, nos explicaron que la de este año es una situación "atípica", que quedaban cuatro lugares disponibles a la tarde, y ocho a la mañana.
Algunas mamás ya habían manifestado que preguntaron en la escuela Nº 2, pero que el cupo de la tarde estaba completo. No conozco otras escuelas primarias que queden medianamente cerca de nuestra casa.

Si muchas de las familias que estábamos hoy somos del radio de las escuelas Nº 1, 40 y 2… ¿A qué posibilidades de matrícula se habrán referido desde la Sede de Inspección?

Por otra parte, si somos treinta las familias que anotamos a nuestros/as hijos/as a la tarde… ¿Será que tampoco tenemos el poder de elegir el turno que nos quede mejor en función de nuestras necesidades? Los padres y madres de los/las pequeños/as trabajan y deben acomodar sus horarios antes de que comiencen las clases.

Hoy hice efectiva mi pregunta de por qué no nos informaron de esta situación en Diciembre…. No registré respuesta…. pregunté también, de una manera que ahora me parece casi ingenua:- si no encuentro vacantes en las escuelas que me quedan cerca… ¿El lunes qué hago? Lo traigo?. La señora inspectora me respondió con un ferviente no. Me pregunto qué habría tenido que hacer en tal caso…. Me lo pregunto porque va a ser el caso de alguna de las treinta familias que quedaron afuera.

Por último, entiendo a estas alturas que para nuestras autoridades no es relevante, pero me llevo el dolor de algunos nenes/as mientras se estaban inscribiendo en otros lugares, el nerviosismo de los padres/madres ante la incertidumbre… qué pésimo ejemplo les dejamos a las nuevas generaciones. Me quedo pensando en lo que le respondí a mi hijo cuando preguntó por qué otra escuela.
Obviamente nadie parece haber pensado en los chicos/as para manejar de esa situación. Tendríamos que empezar a cambiar nuestro discurso de inclusión ya que parece no ser del todo cierto en muchos sentidos.
Florencia Belen Rostan

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