"Seguiremos dando pelea hasta ganar esta batalla"

Expresó Nadia Moreno, titular de uno de los Hogares de Ancianos de Coronel Pringles que presentó casos positivos de COVID, junto a 2 colaboradoras, se encuentran permanentemente con los abuelos en el hogar.

El virus continúa expandiéndose, y lamentablemente ya llegó a los hogares de ancianos en Coronel Pringles. Uno de ellos es el que tiene al frente a Nadia Moreno, enfermera profesional que afronta este momento junto a 2 colaboradoras, aisladas dentro del Hogar con los abuelos.
"Desde que presentamos un caso positivo, nos quedamos acá en el Hogar, somos tres las que estamos acá permanentemente con los abuelos conviviendo con ellos en todo momento, las 24 hs del día". Arrancó contando.

En cuanto al apoyo recibido, comentó; "Antes de que se presentara el positivo, yo había sido contactada por el doctor Tetamanti, que está a cargo de la parte de los geriátricos, él ya se había puesto a disposición por si en algún momento pasaba algo o llegaba el primer positivo. Estamos continuamente con controles, si bien la información se pasa a la parte del hospital, también me comunico directamente con la enfermera, se pasan planillas con controles, pero a su vez nosotros acá es constantemente controlamos, para evitar alguna leve temperatura o algún síntoma que nos pueda complicar a uno de los abuelos".

Sobre la cantidad de hisopados realizados en su Hogar, dijo; "Se han realizado 7, a mí me dio negativo, pero por protocolo, tengo que esperar que se cumplan los días para poder otra vez salir a la calle, debería hacerme otro hisopado más y tener el negativo nuevamente. En este momento tengo dos abuelos con Covid positivos".

Sin dudas, mantener informados a los abuelos es una tarea complicada: "Ellos saben que yo soy una persona que no les miente, que trato de decirles siempre la verdad, en la medida de no alarmarlos, pero es imposible no decírselos, porque nosotros nos presentamos vestidas así de un día para el otro, con todo este protocolo, y para ellos puede resultar chocante, entonces siempre se les dice la verdad de la mejor manera posible. Ellos sabían que había un virus que estaba en otros lados, que había llegado a Pringles, después se fueron enterando mirando informativos de que el virus ya estaba presente. Después que nos tocó pasarlo a nosotros, en general la mayoría de ellos se preocupa mucho. Nos están viendo permanentemente como estamos trabajando, entonces, sinceramente, ellos se preocupan más por nosotros que por ellos mismos".

En relación a los demás hogares de ancianos, dijo: "Creo que de alguna manera u otra vamos a pasar todos los geriátricos por esto, sinceramente yo no esperaba pasar por esto, porque había pensado bastante en fortalecer los protocolos, no había visita de familiares y nosotras recibíamos todo lo que recibíamos para el hogar y lo rociábamos con alcohol, las precauciones estuvieron todas, pero nos tocó y cuando te toca es bravo. Uno a veces escucha lo que te cuentan y te lo imaginas, algunos creen, otros no, pero cuando te toca vivirlo de cerca te das cuenta de la magnitud del problema. Nosotros somos como un hospital, pero en un sentido más íntimo, porque nos desesperamos ante la presencia de un síntoma para controlarlo, para ver que no perdure, tenemos que estar alertas, no podemos dormir".

Sobre los controles actuales, agregó; "Te hacen los controles a la mañana y a la tarde, esos controles van directamente por foto por WhatsApp a un enfermero del hospital, después hay otro sector también de la secretaría de salud que me llaman todos los días, para preguntarle como estamos, tengo al doctor Tetamanti que llama a la mañana para ver cómo pasamos la noche y después me llama la noche para ver como pasamos el día, pregunta si hay algún otro síntoma".

Consultada por el estado de ánimo de los abuelos, expresó: "Con ellos es un trabajito de hormiga, es el día día, por ahí se te caen un poquito y vos pensás que no los vas a levantar y después te dan una linda sorpresa y los notas que están bien, es muy difícil".

En lo personal, dijo: "Me afectó mucho, pasamos una semana muy complicada. los médicos estaban bastante preocupados por mí, también me venían acompañando mucho del equipo de psicología del hospital, la familia de cada abuelo también se ha preocupado, me llaman y me preguntan cómo estoy, porque saben que si yo estoy bien, los abuelos van a estar bien. Gracias a Dios tengo un equipo de trabajo espectacular, seguiremos estando hasta que podamos ganar esta batalla".