La patriarcal figura de Don Guillermo Espil

El Pringles embrionario contó entre sus numerosos y destacados forjadores de la personalidad social de nuestro vecindario, a Don Guillermo Espil, propietario del entonces denominado "Hotel Central", fundador y dirigente de la Sociedad Cosmopolita de S. M., Consejero Escolar y Juez de Menores.

¿Quién fue Don Guillermo Espil?
Don Guillermo Espil, nació en el año 1854, en el pueblo de Ispoura, (Altos Pirineos), es decir vasco francés.
Contaba con juveniles 17 años, cuando arribó a la Argentina en 1872.
En 1874, pasó a Tandil, de allí, en 1876, a Juárez. Se casó en 1878, con Josefa Muguerza..

En 1980, con motivo del motín revolucionario entre Tejedor y Roca, por el Paso de los Chilenos, campos de Plaza Montero, salió en dirección a Tres Arroyos, donde se dedicó al ganado lanar en el campo de Juan Bellocq.

Al finalizar el año 1883, llegó a Pringles, y se incorporó al reducido grupo de pobladores de esta zona, en su mayoría extranjeros como él, que venían a poblar y transformar las indómitas papas en campos ubérrimos, pueblos progresistas.

Fue un símbolo del Pringles en gestación, donde adquirió un solar dentro de ejido del pueblo,
Ese rancho de césped que cobijó sus comienzos y sus iniciales actividades comerciales, se convirtió en el confortable edificio Hotel Central.
En 1885, a dos años de instalarse, ya era dueño de una Cancha de Pelota

Es así, que desde los desolados días hasta su crecimiento, Don Guillermo siguió el desarrollo de la población.
Tres años más tarde, en 1988, contrajo segundas nupcias con Eusebia Etcheverría, con quien tuvo ocho hijos.
Es en esa época, cuando funda el "Hotel Central".

El Hotel Central

El "Hotel Central", conocido como Hotel Espil, fue construido sobre los terrenos en donde supo estar su primera casa de adobe en 1888: en calle Stegmann y Rivadavia , centro activo del pueblo, ocupaba más de media manzana de espacio físico y fue la primera Casa de Hospedaje que hubo en el pueblo.

Las comodidades del mismo eran poco comunes para esa época. Eran tales, que se lo consideraba un establecimiento modelo.
Poseía un comedor de 30 x 12 metros de amplitud; contaba con iluminación a gas primero, y eléctrica luego, siendo pionero en este servicio en hotelería.

Tenía patios sumamente cuidados, donde se estiraban amplios parrales de uva chinche, corredores con pisos de mosaicos esmeradamente encerados; mobiliario de finos repujados; agua corriente; cloacas…
Posteriormente, a principios del Siglo XX, al hotel que explotó directamente, le anexó un amplio salón de bar, mesas de billar y cinematógrafo. Era sumamente lujoso para la época.
Su casa fue por muchos años, el centro de todas las reuniones sociales

Con el paso del tiempo llegó a contar con una planta alta, que poseía diez habitaciones grandes, con vista a la entonces calle principal.
Hasta 1922 este hotel estuvo en manos de sus dueños originales, los Espil, luego fue alquilado al señor Mateo Pérez.

Socialmente su actividad ha sido ponderable. Fue fundador y vicepresidente de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, la decana de las entidades locales de esa naturaleza. Desempeñó además el cargo de Consejero Escolar y posteriormente de Juez de Menores. Fue íntimo amigo de Juan Pablo Cabrera, primera autoridad del partico.
Fue sin duda, uno de los hombres que hizo a la historia grande de este por entonces pueblo, poniendo de manifiesto la respetabilidad ganada a través de una vida de intensa labor, bajo normas de honradez y dignidad que lo distinguieron y a su numerosa familia.

Al igual que otros antiguos vecinos, que El Orden del 8 de Julio de 1932, en su Álbum del Cincuentenario, denominó "Guardia Vieja de Coronel Pringles", Don Guillermo Espil, fue otra figura que vivió las horas iniciales o los primeros años de este pueblo, constituyendo los testimonios mas veraces de los albores de la vida de Pringles, tan difíciles como cruentos por las naturales dificultades de la época.
*Fuente: Álbum Cincuentenario de 1932 de El Orden y notas periodísticas gráficas.