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“¡Me mataste, me mataste...!”: preventiva por intento de homicidio

03/07/2021
“¡Me mataste, me mataste...!”: preventiva por intento de homicidio

La Cámara Penal confirmó la medida contra Alan Velázquez por apuñalar a Joel Saldías, tras una discusión insignificante, cuando iban en un auto. Después de atacarlo, lo llevó al hospital.

 

 

Pese a que dijo que había tomado vino con clonazepam, que no tuvo intención de matarlo y que después de la agresión llevó a la víctima hasta el hospital, la Justicia confirmó la prisión preventiva de Alan Yair Velázquez como autor de un intento de homicidio y seguirá detenido al menos hasta el juicio.

   El hecho se registró el 3 de febrero pasado en Coronel Pringles, cuando el procesado y Joel Saldías, conocido suyo, circulaban en el Fiat Palio de la víctima, por la zona de Garay y la calle 18, y se produjo un altercado que, en principio, tendría un origen insignificante.

   El juez de Garantías N° 2, Guillermo Mércuri, había dictado la preventiva y ahora la Cámara Penal rechaza la apelación de la defensa y confirma esa medida.

   Se trata de la Sala I, con los votos de los jueces Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou.

   María Laura Bentivegna, secretaria de la unidad de defensa N° 9, aseguró que del análisis global de la prueba se desvanece el dolo requerido para la figura imputada y dijo que se trató de un caso de lesiones graves.

 

 "Si el dolo hubiese sido homicida, como lo están considerando, podría haber cumplido su cometido sin absolutamente ningún impedimento", afirmó.

   Sin embargo, la Cámara desestimó sus planteos, sin dejar de reconocer que es "difícil" diferenciar entre intentar lesionar y querer matar.

   Consideró que las "circunstancias del caso" permiten determinar que Velázquez, conocido como "Pantera", quiso "ir más allá y deseó la muerte de la víctima".

   Para llegar a ese extremo, los camaristas tomaron una frase de la propia defensora, que dijo que el dolo homicida "no puede inferirse tan solo del número de las heridas infligidas, ni de la ubicación de ellas, ni de la idoneidad del arma empleada".

   "No es cada uno de esos elementos en forma aislada sino la conjunción de todos ellos los que permiten inferir, de la conducta desplegada por el encausado, la intencionalidad de terminar con la vida de la víctima", afirmaron.

   Saldías dijo que ese día iban ambos en su auto y que "Pantera" le advirtió, de un momento a otro, que le diera el auto, que se lo iba a quedar él y que si se negaba "lo iba a cagar a puñaladas".

   La víctima desaceleró la marcha mientras intentaba que su acompañante depusiera la actitud.

   Al ver que no había cambios -por el contrario, sacó un cuchillo y ya lo amenazaba con que "lo iba a cagar degollando"-, Saldías intentó arrojarse del coche a baja velocidad, pero Velázquez lo tomó de la capucha y le impidió salir por completo, al punto de ser arrastrado por algunos metros.

   En ese momento de gran tensión le aplicó un puntazo en las costillas mientras le decía "te cago matando hijo de p...".

 

"Ya esta primera agresión, con un cuchillo, en la zona de las costillas, mientras la víctima se encontraba sin posibilidades efectivas de defenderse puesto que estaba manejando el vehículo, y con la manifestación clara del imputado -reproducida por la víctima- de que lo iba a matar, permite concluir que la intencionalidad de Velázquez no era otra que la de acabar con la vida de Saldías", consideraron los camaristas.

   Y, a modo eventual, aclararon que la figura no exige el dolo directo, sino que alcanza con la representación de que podría haber ocasionado el resultado muerte.

   Por otro lado, avanzó con el ataque. Cuando la víctima bajó y trató de correr en sentido contrario al auto, lo siguió de atrás y le asestó otras dos puñaldas a la altura de los glúteos. "Ahora te cago degollando hijo de p..." y "vas a morir como un perro...", le recalcaba.

   "La intensidad e insistencia en la agresión permite inferir que la intención del justiciable no se limitaba a querer lesionar a Saldías pues, en definitiva, eso ya lo había logrado con la primera puñalada que le propinó", argumentó Barbieri, con la adhesión de Soumoulou.

 

   Por otro lado, vecinos y transeúntes escucharon los gritos, aunque con una frase muy particular: "¡Auxilio, me mataste, me mataste...!", oyeron decir a la víctima, ensangrentada. Y también vieron al agresor empuñando el cuchillo.

   A su vez, otros conocidos, que habían estado con ellos previamente, confirmaron que "Pantera" ya había intentado agredirlo.

Conflicto. En el inicio de la causa se mencionó un conflicto relacionado con la exnovia del acusado, aunque no se pudo acreditar.

Vehículo. Lo concreto es que las dos veces que declaró, la víctima aludió a la exigencia de Velázquez a quedarse con el auto, sin otra motivación.

Calificación. La Cámara advirtió que, si la investigación lo permitiese, el hecho podría tener una calificación aún más gravosa, ante la posible intención de robo del vehículo.

Peligros. La Justicia consideró que no se lo puede excarcelar a Velázquez por el riesgo de fuga, teniendo en cuenta la gravedad del hecho y la pena en expectativa.

Mínimo. El delito imputado, según la escala penal, prevé un mínimo de 4 años de prisión, con lo cual, de ser condenado, seguramente recibirá una pena de cumplimiento efectivo.

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