Una pringlense con sueños de albañil: construye su casa junto a un amigo

Celeste Frutos es una trabajadora incansable. Es empleada domestica pero siempre tuvo el sueño de ser albañil, y hoy está ejerciendo ese trabajo en la construcción de su propio hogar, junto a un amigo de toda la vida.

"Soy corajuda, y mi sueño era ser albañil. Tengo que hacer mi casa sí o sí antes de diciembre, y como no puedo pagarla, la tengo que hacer" señaló esta pringlense a Diario EL ORDEN.

Allí, mano a mano con su mejor amigo, Daniel Tito Gómez, está levantando su casa, haciendo trabajos de fuerza que comúnmente realizan hombres, pero ella le pone toda la garra, y la mejor buena onda para poder tener su hogar.

Celeste es hoy empleada domestica, estuvo trabajando en una farmacia local pero en tiempos de pandemia la situación se complicó y tuvo que salir a buscar otros trabajos.
"Estaba al horno (sic), estuve mucho tiempo que no pude trabajar" indicó.

Con problemas laborales y un alquiler que aumentaba, comenzó a buscar otras casitas para alquilar más económicas.

"El contrato de alquiler se me vence en diciembre, como se me iba a casi 10 mil pesos, le dije a quien me alquila que me iba a otro lado, y averigüé por otra casa que se alquilaba en 7 mil. ¿Pero qué paso? Como yo he hecho trabajos de albañilería y he pintado la casa que alquilo, el dueño se ofreció a rebajármela a 7 mil".

Hasta ahí todo bien, Celeste pagaba 7 mil de alquiler, y comenzaba a construirse su propio hogar con la ayuda de su mejor amigo.

"(El dueño) Me dejó el alquiler en 7 mil y me pidió por favor que me quede, pero cuando se enteró que me estaba haciendo mi propia casa cambió. Ahí me dijo que me vaya, porque el hijo no tiene dónde meter los muebles".

A punto de finalizar el contrato, Celeste acelera los trabajos de albañilería en su terreno, y la casa ya está en la parte de techado. La construcción la puede llevar adelante gracias a su amigo, que aportó tiempo y dinero para hacer este sueño realidad.

"Mi amigo vendió su camioneta, me dio la plata y me está ayudando a levantar mi casa. Cuando recién arrancamos, se pidió los 15 días de vacaciones parta venir a laburar, mañana y tarde levantando mi casa. Ni con todo el material del mundo me alcanza para hacerle un monumento" expresó.

SIEMPRE LE GUSTÓ LA ALBAÑILERIA, PERO TAMBIEN LOS TEJIDOS

"Después que termine mi casa, quiero seguir trabajando de albañil -señaló Celeste-, hasta poner una empresa de construcción no paramos" cuenta, a la vez que relata lo difícil que fue subir las vigas del techo.

"Es un trabajo pesado, jaja, no sabes, si queres te digo no. Subir las vigas para cabreada para el techo, ¡son más pesadas, no sabes cómo hemos laburado! Para que las mujeres vean que no por ser mujer no podemos hacer todo lo que hacen los hombres".

Celeste tiene dos hijos, Axel de 15 años, y Josefina de 3. Tuvo un momento doloroso con la pérdida de un hijo, que hoy tendría 5 añitos, pero con toda la fuerza de voluntad fue superándolo. Hoy recibe ayuda de mucha gente, porque ven que es una persona trabajadora.

"Ya estamos por techar, estamos armando las cabreadas. Después nos falta revocar, colocar aberturas, pisos, la instalación de agua, luz. Le tengo que meter pata antes de diciembre. Estuve mirando videos de Youtube para hacer la instalación eléctrica, pero una amiga me dijo que me deje de mirar esos videos, que el marido me va a regalar la instalación. Me ayudan porque ven que laburo" señaló.

La pringlense ya había realizado anteriores trabajos de albañilería, en la casa de su madre revocó y colocó durlock por ejemplo; pero también le gustan las manualidades, y realiza tejidos.

En las redes sociales, Celeste no tenía muchos seguidores, pero a raíz de un concurso donde la tenían que votar para ganar, comenzó a añadir cada vez a más gente. Allí, en esas redes publica el paso a paso de la construcción de su vivienda.

"Después si ven mi casa y les gusta, que nos den trabajo, les vamos a cobrar barato, jaja" finalizó.

ROGELIO GÓMEZ - EL ORDEN