Diez niños hicieron su promesa

La ceremonia tuvo lugar el pasado sábado en instalaciones del campito. Dirigentes del movimiento y padres acompañaron a los niños en su promesa.

Cuando en marzo de este año comenzaron las actividades de los scouts en nuestra ciudad, para los dirigentes del movimiento el 2018 se presentaba como un buen año por el ingreso de nuevos dirigentes, situación que, a su vez, facilitaba la incorporación de nuevos integrantes. Esto se vio reflejado el pasado sábado 22 cuando 10 niños, de un total de 16, realizaron la promesa del Lobato que es el primer compromiso que se formula en el Movimiento Scout.

En líneas generales podríamos decir que, inspirada en los valores de la Promesa Scout, es una redacción comprensible para el grupo de edad a que se refiere, ya que sus integrantes van de los 7 a los 11 años, constituyendo la rama más pequeña del Movimiento Scout.
Vanina Campbell, dirigente Scout, explicó a El Orden que "la promesa se toma después de haber caminado un período dentro del movimiento" donde también se tiene en cuenta "si ellos se sienten preparados y cuando uno los ve comprometidos", cuando se dan estas condiciones "se decide hacer esta ceremonia que también es simbólico porque acá en el movimiento es todo simbólico y es justamente (la ceremonia) como el moño a ese compromiso que ellos deciden tomar dentro del movimiento", aseguró Vanina.
Como mencionamos anteriormente, este es el primer paso dentro del Movimiento Scout; "ellos van a continuar caminando dentro del grupo que pertenecen por franja etaria, y dentro de esa franja etaria van a ir cumpliendo progresiones. Y a medida que van cumpliendo esas progresiones, van recibiendo sus insignias correspondientes antes de pasar a la otra rama", contó la dirigente scout.
"Tú y yo somos de la misma sangre..." fue el lema de la promesa de esta manada de Lobatos que tiene a San Francisco de Asís como su patrono. La ceremonia se vivó con mucha alegría y responsabilidad por parte de los niños que uno a uno fueron haciendo su promesa tomando con su mano izquierda las banderas Scout y Argentina decían "YO (nombre y apellido) prometo ser siempre mejor, amar a Dios y a mi país y cumplir con la ley de la manada", mientras con su mano derecha hacían la seña de los lobatos: los dedos del medio e índice levantados y separados simbolizando las orejas del lobo.
Luego que cada niño formuló la promesa, los padres colocaron el pañuelo y las insignias de la manada a sus hijos que previamente fueron bendecidas por el seminarista Zacarías Nievas para culminar todos juntos cantando y bailando.
Un cuadro del P. Vicente Melchior, fundador del movimiento en nuestra ciudad, acompañó la jornada.